A esta inventora le ha dado por crear un móvil que rompe con la idea que todo el mundo suele tener en mente. En lugar de dedicarse a buscar una manera de conseguir que el teléfono móvil sea más avanzado añadiendo elementos tecnológicos de última generación, lo que ha hecho es justo lo contrario, y hacerse con un teléfono que bien recuerda a los que había en las casas hace un par de décadas o más.
Lo que hizo Justine Haupt, que es como se llama la inventora, es utilizar como base el mecanismo de dial de un teléfono clásico, ya sabes (o no, según tu edad), esa ruedecita con la que podías marcar los números de uno en uno, porque entonces no había agendas informatizadas que llamaran a un amigo pulsando un solo botón.
Aun así, este teléfono sí que dispone de unos botones básicos que pueden programarse para llamar a tus contactos favoritos rápidamente
Esta mujer se declara en contra de los ‘teléfonos inteligentes’ y muchos podrían argumentar que tiene razón, porque para algunos, mientras los móviles y los televisores ganan en ‘inteligencia’, parece que lo hacen para conseguir el efecto contrario en quienes los usan.
Según Justine, ella quería: Un teléfono de lo más básico posible para este complicado e irritante mundo de pantallas táctiles y gente hiperconectada, con móviles que no controlan o entienden y tener además “una excusa para no textear”. La idea no es ser anacrónica, sino mostrar que es posible tener un móvil perfectamente usable que esté tan lejos de una pantalla táctil como se pueda imaginar y que en ciertos aspectos pueda ser más funcional. - marcianos.com
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