Calamonte, una localidad de Extremadura, ha multiplicado los casos de coronavirus despuĆ©s de que una expediciĆ³n de 19 vecinos fuera a este paĆs para ponerse pelo. El telĆ©fono de la alcaldesa no da seƱal. Desde primera hora del 18 de diciembre no ha parado de estar ocupado. En el Ayuntamiento de Calamonte cuentan que, de repente, parecen el centro del mundo. Cuelgan y vuelve a sonar. Un trajĆn inusual en esta localidad de unas 6.200 personas en la provincia de Badajoz, al oeste de EspaƱa. El motivo, un brote masivo de COVID-19 que ha saltado a la luz estos dĆas. Se ha producido despuĆ©s de que un grupo de 19 vecinos viajara a TurquĆa para efectuarse un implante capilar.
Con EspaƱa prĆ”cticamente cerrada al movimiento y una serie de restricciones en todos los sectores, una expediciĆ³n de 19 personas saliĆ³ de este pueblo en direcciĆ³n Barajas (cinco horas de autobĆŗs mediante) para volar a Estambul. En el aeropuerto de Madrid tenĆan un vuelo a la capital turca y, allĆ, una cita con una clĆnica. El turismo sanitario de ponerse pelo —en boga estos aƱos por los precios, mĆ”s bajos, y la cantidad de centros dedicados— les habĆa llevado a sacar un hueco en el puente de la ConstituciĆ³n (que era del 4 al 8 de diciembre, aunque ellos fueron del 6 al 9).
Recuperar su cabellera perdida no era el problema. Era no traer un virus que en EspaƱa ya registra unos 1.800.000 contagios y casi 49.000 fallecidos. Y pasĆ³. Fue al regreso del viaje. La expediciĆ³n, organizada por un peluquero del pueblo y con gente de entre 30 y 50 aƱos de edad (iban 18 hombres y una mujer, y habĆa hasta policĆas), dio positivo por COVID-19 al volver. Y ha provocado que haya brote aĆŗn activo de 28 personas.
Las consecuencias han ido en cadena. El colegio San JosĆ© (con 500 alumnos y 40 profesores) ha confinado a algunas de sus clases. El centro de EducaciĆ³n Infantil, de 20 alumnos, ha cerrado sus puertas. Hasta enero permanecerĆ”n asĆ por culpa del viaje a TurquĆa, aunque no se sabe si se contagiaron allĆ. Al parecer, ninguno de los miembros del grupo presentaba sĆntomas. Una de las causas puede ser que los medicamentos para el tratamiento capilar atenuaran los sĆntomas.
Ahora es cuando estĆ”n saliendo a la luz, por eso muchas familias han convivido con tranquilidad. La alarma llegĆ³, segĆŗn han relatado varios medios, por parte de una mujer de 85 aƱos, madre de uno de los viajeros, que comenzĆ³ a sentirse mal. Su test dio positivo y generĆ³ sospechas. Algunos decidieron irse a MĆ©rida (a 7 kilĆ³metros) para hacerse pruebas en una clĆnica privada. En ningĆŗn momento del trayecto se les pidiĆ³ nada y, por tanto, se abren las posibilidades: la infecciĆ³n pudo haberse producido desde el autobĆŗs hasta el vuelo de ida.
Salud PĆŗblica de la Junta de Extremadura harĆ” el 21 de diciembre un cribado a 600 personas en la localidad para certificar el nĆŗmero de positivos totales. Mientras, la alcaldesa de Calamonte, Magdalena Carmona LĆ³pez, ha explicado que no se sabe el nĆŗmero definitivo de casos y ha lamentado el suceso.
"Es una pena. Ćramos un pueblo puesto como modelo, Ćŗnicamente tenĆamos seis positivos hasta ayer. Esto es muy duro", declarĆ³ al periĆ³dico El Mundo. En una comparecencia, Carmona ha dicho que no se sabe si el brote se debe al viaje y ha remarcado que no hicieron "nada malo": "De los positivos, hay personas que no han tenido contacto con ese grupo".
Desde un taller de motos, Ćngela da "gracias a Dios" por no estar contagiada, "ni ningĆŗn conocido", pero se muestra preocupada por lo que estĆ” ocurriendo. "Sabemos lo que pasa por la televisiĆ³n. Estamos muy agobiados. Yo estoy ahora al cuidado de tres niƱos de tres meses, tres y cinco aƱos", cuenta a Sputnik. "Se supone que tenemos que cerrar a las seis, y poco mĆ”s. No nos informan de nada y estamos siguiĆ©ndolo las noticias por los medios de comunicaciĆ³n y lo que ponen en la web del Ayuntamiento", dice el propietario de Calamonte Bike, una tienda de bicis.
Mientras, el Ayuntamiento ha anunciado que va a prohibir cualquier tipo de celebraciĆ³n festiva o cultural en la localidad durante las fiestas navideƱas y ha endurecido las medidas para hostelerĆa y otros locales pĆŗblicos. El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, JosĆ© MarĆa Vergeles, ha mostrado su preocupaciĆ³n por Calamonte. Y ha pedido "tranquilidad". SegĆŗn recoge Efe, Vergeles ha dicho que hay que concentrarse en los contactos mĆ”s que en dĆ³nde se ha producido el brote: "A eso es a lo que hay que darle prioridad, porque el origen ya importa poco desde el punto de vista de la prevenciĆ³n y ahora hay que controlar bien a los contactos estrechos, que hoy llegarĆ”n a los 300 y tambiĆ©n a los positivos".
Y algunos usuarios de redes sociales se han quejado por la imprudencia de los viajeros o han hecho bromas con este episodio que tiene al consistorio en ebulliciĆ³n. Ellos, mientras tanto, han difundido un comunicado explicando, "ante tantas acusaciones infundadas que se estĆ”n vertiendo", que "aunque no era un viaje de vital importancia, tampoco lo es ir a la peluquerĆa, ponerse las uƱas o tomarse una caƱa en un bar, pero era algo que tampoco estaba prohibido si se tomaban las medidas necesarias".
La expediciĆ³n, arguyen, estaba comunicada a Salud PĆŗblica y se habĆa llevado a cabo con todos los requisitos que se establecen para hacer este tipo de viajes y pasado todos los controles, asegurando que contrataron un viaje privado hasta Madrid "para poder estar mĆ”s protegidos, ya que el desembolso econĆ³mico no es el mismo que viajar en un autobĆŗs de lĆnea cosa que tambiĆ©n podrĆamos hacer si hubiĆ©ramos querido". Asimismo, han seƱalado que muchos de los que viajaron se habĆan hecho una PCR, aunque no estaban obligados, y se han hecho todos las pruebas al descubrir que la persona que les trasladĆ³ en el autobĆŗs y algunos compaƱeros habĆan dado positivo.
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