CASO PUDREVAL, COMIDA PODRIDA EN VENEZUELA


Escándalo en Venezuela por el hallazgo de miles de toneladas de alimentos podridos en manos del organismo creado por Chávez para garantizar la seguridad alimentaria
El escándalo llegó por obra del azar. El 27 de mayo, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia se toparon con 1.197 contenedores llenos de comida en estado de descomposición, mientras investigaban un supuesto hurto en unos almacenes de Puerto Cabello, a unos 200 kilómetros de la capital venezolana.
Las estimaciones iniciales cifraban la cantidad de alimentos descompuestos en 20.000 toneladas, cálculo que creció hasta más de 120.000 tras hallazgos posteriores en distintas partes del país. En todos los casos se trataba de productos importados por la empresa estatal Pdval (Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos), creada en el 2008 por el Gobierno del presidente Hugo Chávez con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria.
Leche, azúcar, arroz, aceite, pasta, mantequilla, carne y café son algunos de los productos hallados en Puerto Cabello, donde luego aparecieron otros 1.103 contenedores en similares condiciones.

Pocos días después, las quejas de los vecinos por los malos olores permitieron detectar 800 contenedores más, con unas 24.000 toneladas de comida, en Tinaquillo, en el estado de Cojedes, abandonados desde el 2009 en unos terrenos que el Gobierno expropió y que terminaron convertidos en una zona de almacenamiento de Pdval.
También hubo hallazgos, aunque en cantidades menores, en los estados de Yaracuy, Vargas, Zulia, Falcón y Anzoátegui, por lo que la cifra de contenedores de alimentos descompuestos supera los 3.500.
El caso Pudreval, como el humor venezolano ha bautizado este escándalo, se produce en un momento incómodo para el Gobierno de Chávez, quien ha centrado su discurso en los últimos tiempos en culpar al capitalismo de todos los males del país y ha declarado literalmente la «guerra económica» al sector privado, fijando su mira en Alimentos Polar, la principal compañía del sector.
En abril, el mandatario venezolano ordenó la expropiación de los depósitos de uno de los centros de distribución que Polar tiene en el estado de Lara, con el argumento de que desea usar los terrenos para construir viviendas. La empresa ofreció donar otras tierras para ese mismo fin, pero el Gobierno no accedió.
Chávez ha afirmado que Polar es un monopolio que roba a los venezolanos y ha acusado a su presidente, Lorenzo Mendoza, de tener aspiraciones presidenciales. El Gobierno se ha fijado como objetivo establecer una hegemonía en el sector de alimentos y mantiene movilizados al Ministerio de Comercio y al Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), quienes realizan constantes inspecciones en las empresas de alimentos y con frecuencia decomisan la mercancía de sus almacenes, tras acusarlas de acaparamiento y especulación.

El caso Pdval ha abierto una grieta en el discurso del Gobierno venezolano, pues las 114 toneladas de alimentos que decomisó el mes pasado a Polar por supuesto acaparamiento palidecen frente a las más de 120.000 que Pdval dejó que se echaran a perder en sus depósitos.
En agosto del 2009, Chávez nacionalizó la gestión de los puertos del país, por lo que ahora le resulta muy cuesta arriba culpar a la empresa privada de lo ocurrido con Pdval, pues toda la gestión desde la adquisición hasta la distribución de esos alimentos recae en instituciones gubernamentales.
Para quitarle hierro al asunto, el gobernante venezolano se ha apoyado en la detención judicial de tres exdirectivos de Pdval para señalar que se investiga a los responsables y ha roto lanzas en defensa de los esfuerzos de su Gobierno para distribuir alimentos.
Con el escándalo de Pdval, persiste la duda de si el Gobierno se atreverá a nacionalizar a Alimentos Polar, como ha amenazado en el pasado. La empresa cuenta con el apoyo de sus 31.000 trabajadores, que gozan de condiciones contractuales muy favorables, y con el afecto de las familias venezolanas en cuyas mesas no faltan desde hace más de medio siglo los productos de Polar, sobre todo la harina para hacer las tradicionales arepas y la cerveza más popular. Puede no ser suficiente: el propio Chávez aconsejó a Lorenzo Mendoza verse en el espejo de RCTV, la cadena de televisión que fue cerrada por el Gobierno en el 2007 a pesar de ser la más vista y antigua del país. elperodico.com

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