UN ANUNCIO EN LA MATRÍCULA


California estudia incorporar publicidad en las placas de identificación de los coches con fines recaudatorios
Cuando los gobiernos afrontan un agujero presupuestario que supera los 15.000 millones de euros, casi cualquier propuesta es bienvenida para intentar recomponer las arcas públicas. Tal es el caso del estado de California, donde no parecen suficientes las impopulares subidas de impuestos y los recortes en el gasto público aprobados por el gobernador, Arnold Schwarzenegger, que dentro de unos meses pondrá fin a la aventura política que comenzó en el 2003.
Los legisladores locales aprobaron esta semana en un comité del Senado una nueva iniciativa legal que insta a las autoridades a estudiar la posibilidad de convertir las matrículas de los vehículos en soportes publicitarios que ayuden a salir de los números rojos. La iniciativa no tiene otro objetivo que lograr una nueva y lucrativa fuente de ingresos para reducir el asfixiante déficit que sangra las cuentas públicas.

Impulsada por el congresista demócrata Curren Price, ahora el Departamento de Motores y Vehículos ya cuenta con luz verde para investigar la manera de hacer realidad una iniciativa que llevan meses desarrollando empresas privadas. Tiene de plazo hasta el 2013 para dar el visto bueno definitivo. Aunque desde sus orígenes la propuesta tiene muchos partidarios, también existe una férrea oposición desde diferentes sectores.

La principal preocupación es que los mensajes en las matrículas supondrán una nueva fuente de distracción para los conductores. En su defensa, los partidarios de la iniciativa proponen que los anuncios solo puedan ser visibles cuando el vehículo esté parado más de cuatro segundos, ya sea en un semáforo o en mitad del tráfico. «La idea es encontrar formas creativas de luchar contra el déficit», explica el senador Price.
Con más de 35 millones de vehículos registrados en California, las posibilidades de las matrículas electrónicas son infinitas. Desde anuncios publicitarios y advertencias de las autoridades de tráfico hasta mensajes de apoyo al equipo deportivo de turno.

Estas son solo algunas de las ideas que destaca Smart Plate, una pequeña empresa de San Francisco que trabaja desde hace meses en el desarrollo de las matrículas. Su presidente, Conrad Jordan, recuerda que la mayoría de los estados ya permiten a los conductores personalizar sus placas y que su firma trabaja para dar un paso más en esa línea.
Ahora es solo cuestión de ser creativos, jugar con siete letras, números e iconos, comprobar que nadie te haya robado la idea y pagar una módica cantidad extra de 30 euros.
De aprobarse las matrículas publicitarias, ¿lograrán acabar con el déficit? - elperiodico.com
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