
El sueco es un pueblo admirable: sólo hay que pasear por esa tienda de tablas que empieza por “I” y termina por “KEA” para comprender cómo ha llegado tan lejos una nación a base del “hazlo tú mismo y móntatelo como puedas”.
Pero no sólo ese lema les funciona a la hora de vender muebles. También les funciona a la hora de solventar problemas sangrientos. Y un chaval de nombre Jonas residente en Sundsvall nos lo demuestra.
Jonas estaba remodelando la cocina de su casa cuando se resbaló de la escalera y fue a caer sobre el afilado radiador, haciéndose unas graves heridas que casi le dejan la pierna hecha rodajas.
El joven de 32 años sacó fuerzas de flaqueza y fue directo al centro de salud más cercano. Pero el ambulatorio estaba cerrado, así que llamó al servicio de salud, cuya operadora le dijo que los hospitales no deberían estar cerrados ese día. Así que Jonas fue hasta el servicio de urgencias más cercano.
Allí se sentó y esperó, esperó, esperó… nadie en absoluto le hacía caso pese a que su herida era bastante seria. Tras una hora de desesperación decidió coger el toro por los cuernos, abrir un armario, sacar aguja e hilo y, en mitad de la sala de espera, coserse la herida él mismo. Con un par… de albóndigas suecas.
Sin embargo los empleados del centro no se dejaron impresionar. Lejos de admitir una neglicencia han optado por denunciar al chaval por haber usado material del hospital sin permiso.
No sabemos cómo acabará la cosa, pero una cosa es segura: Jonas se comprará un bonito kit de costura para la próxima vez que tenga un accidente doméstico. VISTO EN - NOPUEDOCREER.COM
Pero no sólo ese lema les funciona a la hora de vender muebles. También les funciona a la hora de solventar problemas sangrientos. Y un chaval de nombre Jonas residente en Sundsvall nos lo demuestra.
Jonas estaba remodelando la cocina de su casa cuando se resbaló de la escalera y fue a caer sobre el afilado radiador, haciéndose unas graves heridas que casi le dejan la pierna hecha rodajas.
El joven de 32 años sacó fuerzas de flaqueza y fue directo al centro de salud más cercano. Pero el ambulatorio estaba cerrado, así que llamó al servicio de salud, cuya operadora le dijo que los hospitales no deberían estar cerrados ese día. Así que Jonas fue hasta el servicio de urgencias más cercano.
Allí se sentó y esperó, esperó, esperó… nadie en absoluto le hacía caso pese a que su herida era bastante seria. Tras una hora de desesperación decidió coger el toro por los cuernos, abrir un armario, sacar aguja e hilo y, en mitad de la sala de espera, coserse la herida él mismo. Con un par… de albóndigas suecas.
Sin embargo los empleados del centro no se dejaron impresionar. Lejos de admitir una neglicencia han optado por denunciar al chaval por haber usado material del hospital sin permiso.
No sabemos cómo acabará la cosa, pero una cosa es segura: Jonas se comprará un bonito kit de costura para la próxima vez que tenga un accidente doméstico. VISTO EN - NOPUEDOCREER.COM
4 Comentarios
Solo en un país de un pueblo frio eso puede ocurrir.
ResponderEliminarun poco raros si son. Inventaron IKEA, esto ya lo dice todo.
ResponderEliminarjajajajajaj tu si que no te gusta IKEA para nada!!!
ResponderEliminarfuí una vez hace diez años y no pienso volver más.
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