Para algunos es solo un plato improvisado para atajar el hambre, asociado con la comida basura. Sin embargo, muchos países han hecho del sándwich una exquisitez. Su historia se remonta al 1762 y a pesar de su sencillez tiene alcurnia aristocrática. Fue el Sir John Montagnu que en uno de sus maratones de juego de más de 24 horas, su mayordomo le preparó un trozo de carne escoltado por pan. Así nació el bocadillo más internacional.
El popular plato fue inventado por el mayordomo del aristócrata Montagnu (1718-1792), cuarto Conde de Sandwich. El asistente del Sir no pasó a la historia, ni bautizó el bocadillo, pero fue este hombre anónimo quién trató de quitarle el hambre a su señor, gran aficionado a las cartas y le preparó lo que se convertiría en el plato más universal.
Después de esto cuando se preparaba cualquier refrigerio con dos pedazos de pan y otro ingrediente se le llamaba sándwich. El lord estaba tan satisfecho de su invento que hasta cuenta lo mencionó en su testamento como el mejor legado que dejaba a su país.
A lo largo del tiempo, el famoso bocadillo se internacionalizó y la cocina universal lo adoptó. Así cada país lo llamó a su manera y le incluyó los ingredientes típicos. Una importante revista de viajes elaboró la lista de los 15 mejores, entre los que se encuentra nuestro tradicional bocadillo de patatas.
Emparedados, bocadillos, bocatas, mixtos, smorrgastarta, muchos nombres que hacen salivar y que cada uno prepara con sus ingredientes preferidos.
En Argentina, los más conocidos son los pebetes de jamón y queso, el choripan o los sandwich de miga; los bolivianos tienen el sandwich de chola que preparan con carne de cerdo, cebolla, zanahoria y mucha sal; en Chile tienen el emparedado de tortilla de rescoldo y queso, pernil o el Yakisoba, en Japón que preparan con fideos fritos o verduras. En Suecia, el smorgastarta, un pan que abraza paté, salmón ahumado caviar o carnes fritas, según las exigencias del hambriento. MUNDOCURIOSO.
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