Según un estudio on-line de Parship.de y de la Universidad de Bremen, los solteros están más receptivos después de la graduación y es en ese momento cuando empiezan a plantearse la búsqueda de una pareja. La investigación se basó en que el análisis de 23.000 perfiles de hombres y mujeres que utilizan las webs de citas on-line para encontrar a su media naranja.
La gran mayoría son profesionales cualificados que buscan una pareja similar a ellos. Es decir, del mismo estrato social y con una educación superior. Entre las profesiones mejor valoradas están medicina y arquitectura.
De hecho, Patrick Dempsey le debe su fama al Dr. Derek Shepherd de Anatomía de Grey. Lo mismo le ocurrió a Clooney con Urgencias. Las batas resultan atractivas, para qué negarlo, aunque el médico sea menos agraciado. En este caso cuenta más el intelecto.
Ser abogado o profesor también te hace ganar puntos. Sobre todo a ellas. Por supuesto que a ellos se les entra mejor por los ojos. Una falda estrecha o un traje de chaqueta combinado con unos tacones altos hacen milagros. Pero después del shock inicial, también entran en juego otras capacidades.
Sin embargo, para los solteros sin título, con un trabajo más convencional, las citas en línea son menos populares. Así, las mujeres se muestran reacias a hacer clic en los perfiles de carniceros, por ejemplo. Por otro lado, los perfiles de amas de casa y cuidadoras despiertan interés en los hombres mayores.
"Tanto el nivel económico como los ingresos juegan un papel crucial a la hora de decidirse por uno y otro candidato. Además, la educación y la posición social también son dos factores igualmente esenciales, ya que aumentan el interés de los profesionales", explica el profesor Uwe Engel del Instituto de Bremen.
En el top ten estarían (para ellas), los médicos, arquitectos, psicólogos, investigadores o científicos, policías, profesores, abogados, periodistas, consultores o ingenieros.
Ellos se decantan, en este orden, por las abogadas, azafatas de vuelo, médicas, directivas, investigadoras o científicas, arquitectas, ingenieras, profesoras o diseñadoras.
Ellos buscan el lado femenino
Algunas profesiones ejercen el mismo influjo en ambos sexos (ya no hay tanta diferenciación como hace unas décadas), pero tradicionalmente los hombres son más libres a la hora de elegir a su pareja que las mujeres porque éstas además de en la profesión, se fijan en otras cualidades pensando en el futuro de la relación y en si serán buenos padres. Mientras, ellos se dejan llevar por criterios físicos anteponiendo en muchos casos el factor sexy a la valía profesional.
Esto explica hechos tan absurdos como el código en el vestir. Ellos, mucho más comedidos y formales, ellas, preferentemente con falda corta y tacones. ¿Por qué sino incluso las compañías de bajo coste visten a sus asistentes de vuelo en color naranja brillante o con uniformes sugerentes? Pues para explotar la imagen sexy de la azafata, que sabemos que es lo que vende. AFP
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