En Francia, la empresa de servicios postales La Poste lanzó este miércoles una estampilla con diseño y aroma a cruasán. Se presenta como una forma 'deliciosa' de evocar este "emblema de la gastronomía francesa" en la correspondencia. El sello, obra del diseñador textil Frédérique Vernillet, es un fotograbado de 40,85 por 30 milímetros, cuyo perfume se incorpora en la tinta. La fragancia se mantiene en cápsulas microscópicas que preservan el aroma, evitando que se evapore o se diluya en un líquido, y se libera al frotar la estampilla.
Válida para envíos internacionales, se comercializa a 2,10 euros. La empresa aclaró que "no habrá una para todos", ya que la impresión se limitó a casi 600.000 unidades para garantizar la preservación del aroma.
"Así que no hay que dejar pasar la oportunidad para conseguirlo", insistieron. El sello perfumado está disponible en línea o en oficinas de correos. Todo muy majo, pero el cruasán no es patrimonio F ancés sinó austriaco.
Aunque muchos lo asocian con la gastronomía francesa, el cruasán (croissant en francés) nació en Viena, Austria, como una respuesta simbólica a la derrota del Imperio Otomano en el asedio de 1683. Los panaderos vieneses, que trabajaban de noche, detectaron el intento de invasión subterránea por parte de los turcos y alertaron a las autoridades. Como homenaje, crearon un bollo en forma de luna creciente —símbolo de la bandera otomana— para “comérselo” literalmente.

1 Comentarios
What a creative concept from La Poste. The technology of embedding the scent in microscopic capsules within the ink is genuinely fascinating. It’s a smart way to make sure the croissant aroma lasts. That said, it's very educative to be reminded of its true Austrian heritage.
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