El inventor futurista Jacque Fresco asegura que ya existe la tecnología necesaria para construir la ciudad del futuro.
Jacque Fresco, un estadounidense de 100 años, ha creado un proyecto revelador que sugiere cómo podría ser la ciudad del futuro, sin dinero, un lugar donde todas las necesidades se cubren con la tecnología, informa Bloomberg. En la comunidad de Venus en el estado de Florida (EE.UU.) las instalaciones del proyecto de Fresco incluyen varios talleres con centenares de modelos y representaciones que atraen a un gran número de turistas de todo el mundo.
Según Fresco, la ciudad futurista será mantenida no por los políticos, sino por un computador central que va a distribuir los recursos de forma necesaria. "Una máquina no tiene emociones y no es susceptible a la corrupción", manifiesta el inventor.
Roxanne Meadows, colaboradora de Fresco a quien conoció hace 40 años, afirma que ellos "construyeron no lo que querían construir, sino lo que estaba a su alcance". Compraron la propiedad, que antes era una granja de tomates, en 1979 y empezaron a construir los ejemplos de viviendas de producción en masa.
El propio ingeniero está convencido de que una ciudad mantenida por un ordenador puede convertirse en realidad. Asegura que la gente ya posee la tecnología para ello pero falta voluntad. En el momento en que la vida moderna se haga realmente más difícil habrá una revolución que va a poner de relieve cómo implementar el Proyecto Venus, cree Jacque Fresco.
Jacque Fresco, un estadounidense de 100 años, ha creado un proyecto revelador que sugiere cómo podría ser la ciudad del futuro, sin dinero, un lugar donde todas las necesidades se cubren con la tecnología, informa Bloomberg. En la comunidad de Venus en el estado de Florida (EE.UU.) las instalaciones del proyecto de Fresco incluyen varios talleres con centenares de modelos y representaciones que atraen a un gran número de turistas de todo el mundo.
Según Fresco, la ciudad futurista será mantenida no por los políticos, sino por un computador central que va a distribuir los recursos de forma necesaria. "Una máquina no tiene emociones y no es susceptible a la corrupción", manifiesta el inventor.
El propio ingeniero está convencido de que una ciudad mantenida por un ordenador puede convertirse en realidad. Asegura que la gente ya posee la tecnología para ello pero falta voluntad. En el momento en que la vida moderna se haga realmente más difícil habrá una revolución que va a poner de relieve cómo implementar el Proyecto Venus, cree Jacque Fresco.
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