Jose Mourinho cambió la mentalidad del madridista metiéndole el dedo en el ojo a Tito Vilanova tras perder 5-0 frente al Fútbol Club Barcelona. Afición pusilánime y acomplejada por el buenismo guardiolista y delbosquiano, el madridismo vio en el portugués la pérdida del miedo y de los complejos. A raíz de ese hecho, el aficionado entendió que, ante el abuso, el deber moral es reaccionar. “Señorío es morir en el campo, no filosofía barata”, dijo el portugués. Aquel día se generó algo. Nació un espíritu, una manera de concebir al Real Madrid y la vida. Del ensimismamiento ante el enemigo, al ‘Mou, tu dedo nos señala el camino’. Sin ese cambio de mentalidad, el Real Madrid no habría conseguido las seis Copas de Europa que ha levantado desde aquella histórica velada en el Camp Nou.
Anoche, el soldado Vito Quiles trató de entrevistar al periodista Antonio Maestre. Pensando que iba a encontrarse con un cobardiano progre, el joven reportero se deslizó cuál serpiente para intentar morder a su presa. Sin embargo, la presa resultó tener más veneno. Maestre, con un par, cogió el micrófono y se lo lanzó a varios metros de distancia, reventándolo contra el suelo. Vito Quiles, balbuceando constantes “pero qué haces”, retrocedía cada vez que Maestre le encaraba y la serpiente se convirtió en ratón. El minuto es zine y deja algo claro: Vito Quiles ha perdido contra Antonio Maestre.
La izquierda española vive instalada desde hace bastantes años en una mentalidad marcada por la cobardía. La posición hippiesca ante la extrema derecha y la no agresividad han conllevado a un estado mental de subcampeones que el progresista no debería tolerarse a sí mismo. Creo que a Antonio Maestre le sobran recursos para haber humillado dialecticamente a Vito Quiles. Sin embargo, tiene muchísimo más valor una imagen como la que mostró ayer. El progresista, como el madridista pre yihad mourinhista, vive amordazado por sus propios complejos. Por eso, a veces, hay que anteponer el bíceps a la retórica. Es evidente que, ante mercenarios, uno debe ser todavía más mercenario. Si te viene Vito Quiles, los argumentos no tienen ningún tipo de sentido y no puedes comportarte como un sojas. Microfonazo como el de Antonio Maestre nos señalan el camino.
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