Sonaba demasiado bien para ser verdad en los tiempos que corren. La policía ha detenido al empresario de Huelva José Manuel Garrido que desde el martes estaba seleccionando albañiles para trabajar en un rascacielos de Emiratos Árabes con un sueldo de 600 euros diarios. De momento se le acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores, aunque fuentes policiales explicaron que le constan antecedentes por estafa, falsedad y blanqueo.
Cientos de trabajadores, algunos incluso desde el centro y norte del país, habían acudido a la convocatoria de empleo celebrada en Punta Umbría que les prometía 50 euros por hora de trabajo. Apenas se requería medir más de 1,75 metros y no pesar más de 90 kilos para trabajar 12 horas diarias seis días a la semana, con una hora y media para la comida también pagada por la empresa, colocando cristales en un rascacielos de 90 plantas en Dubái. El trabajo duraría al menos tres meses, por lo que en época de crisis muchos hacían cuentas para un futuro resuelto durante algún tiempo.
Pero las expectativas demasiado ventajosas del empleo hicieron sospechar a la policía, que inició una investigación que se mantiene aún abierta para averiguar que había detrás de la generosa oferta.
El empresario, conocido en la localidad por su vinculación al sector de la construcción, no se ocultaba, aunque en ningún momento mencionó el nombre de la empresa que ofertaba los puestos de trabajo. Tampoco los responsables de la Peña Flamenca donde se citó a los candidatos conocían realmente el contenido de la charla informativa para la que habían cedido el local.
Garrido, de 46 años, se limitaba a explicar que tenía "conocidos" en el país árabe y que ante la necesidad de mano de obra se había ofrecido a gestionar la búsqueda en España.
Las primeras investigaciones apuntaron que las condiciones de trabajo en Dubái distaban mucho de las promesas de Garrido, por lo que hoy se le ha citado en la comisaría para tomarle declaración.
Pero tras detallar su versión, y a la vista de los numerosos antecedentes por diversos delitos, entre ellos estafa, la policía ha decidido acusarle en un primer momento de un delito contra los derechos de los trabajadores.
Tras conocer la detención, muchos de los candidatos que aún esperaban se han retirado sin entregar su solicitud, mientras que otros muchos se han acercado hasta la Comisaría para saber que había sucedido, aunque no daban crédito a que, por la forma en la que había actuado el empresario, el empleo fuera mentira.
Los sindicatos, de momento, ya han alertado a los posibles candidatos de que estén atentos a las condiciones de trabajo que se les ofrecen y, sobre todo, que no entreguen ningún dinero a cuenta para acceder a un puesto de trabajo. FUENTE - ELPERIODICO
Cientos de trabajadores, algunos incluso desde el centro y norte del país, habían acudido a la convocatoria de empleo celebrada en Punta Umbría que les prometía 50 euros por hora de trabajo. Apenas se requería medir más de 1,75 metros y no pesar más de 90 kilos para trabajar 12 horas diarias seis días a la semana, con una hora y media para la comida también pagada por la empresa, colocando cristales en un rascacielos de 90 plantas en Dubái. El trabajo duraría al menos tres meses, por lo que en época de crisis muchos hacían cuentas para un futuro resuelto durante algún tiempo.
Pero las expectativas demasiado ventajosas del empleo hicieron sospechar a la policía, que inició una investigación que se mantiene aún abierta para averiguar que había detrás de la generosa oferta.
El empresario, conocido en la localidad por su vinculación al sector de la construcción, no se ocultaba, aunque en ningún momento mencionó el nombre de la empresa que ofertaba los puestos de trabajo. Tampoco los responsables de la Peña Flamenca donde se citó a los candidatos conocían realmente el contenido de la charla informativa para la que habían cedido el local.
Garrido, de 46 años, se limitaba a explicar que tenía "conocidos" en el país árabe y que ante la necesidad de mano de obra se había ofrecido a gestionar la búsqueda en España.
Las primeras investigaciones apuntaron que las condiciones de trabajo en Dubái distaban mucho de las promesas de Garrido, por lo que hoy se le ha citado en la comisaría para tomarle declaración.
Pero tras detallar su versión, y a la vista de los numerosos antecedentes por diversos delitos, entre ellos estafa, la policía ha decidido acusarle en un primer momento de un delito contra los derechos de los trabajadores.
Tras conocer la detención, muchos de los candidatos que aún esperaban se han retirado sin entregar su solicitud, mientras que otros muchos se han acercado hasta la Comisaría para saber que había sucedido, aunque no daban crédito a que, por la forma en la que había actuado el empresario, el empleo fuera mentira.
Los sindicatos, de momento, ya han alertado a los posibles candidatos de que estén atentos a las condiciones de trabajo que se les ofrecen y, sobre todo, que no entreguen ningún dinero a cuenta para acceder a un puesto de trabajo. FUENTE - ELPERIODICO
2 Comentarios
No entendi, o leí mal! Pero la gente le daba dinero?????
ResponderEliminarYo que llevé esto como una broma, te acuerdas y era todo real!!!
Yo tampoco lo tengo claro habria que seguir más a fondo la noticia. AShora, lo jodido del caso es como se puede jugar con la necesidad de la gente, no hay derecho.
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