El jefe de la Iglesia católica en Bélgica, André-Joseph Léonard, que ha acaparado portadas en los últimos días por sus polémicas declaraciones sobre el sida, la pederastia y la homosexualidad, recibió un "tartazo" en la cara mientras oficiaba una misa cerca de la catedral de Bruselas.
El incidente, que fue registrado en vídeo por una persona que grababa la liturgia, se produjo el día de Todos los Santos en una capilla adyacente a la catedral bruselense de San Miguel y Santa Gudula -según precisó al periódico "Le Soir" la portavoz francófona del Arzobispado, Claire Jonard-, aunque los medios belgas sólo se han hecho eco hoy del mismo.
El diario flamenco "De Standaard" ha publicado hoy la grabación en su edición digital, tras ser recogida en un primer momento por el portal católico de internet "Gloria TV". En las imágenes se puede ver a monseñor Léonard en el altar mientras canta el coro, y cómo se le acerca una persona con la tarta en la mano y se la lanza a la cara.
El arzobispo de Bruselas-Malinas permaneció en su lugar mientras sus asistentes le ayudaban a limpiarse la cara y las gafas. Léonard pareció tomarse con humor el episodio, ya que hasta probó los restos de tarta y comentó que estaba "muy buena".
El movimiento religioso Pro Sanctitata, para quien Léonard oficiaba el servicio hoy, no hace alusión al incidente en su página web. No obstante, el periódico flamenco "Het Nieuwsblad" recoge unas declaraciones de Jonard, y del abad Patrick Vanderhoeven, maestro de ceremonias de la catedral bruselense, en las que confirman que el Arzobispado continuó con el servicio y declinó presentar una denuncia contra el la persona que se abalanzó sobre Léonard. "No tenemos ni idea de quién se trata ni de cuáles eran sus intenciones", comentaron.
Parte de la Iglesia belga a empezado a distanciarse del arzobispo
Léonard ha sido duramente criticado en Bélgica por sus palabras sobre la homosexualidad, que este año comparó con la anorexia, y que han llevado a colectivos gays a presentar una denuncia en su contra ante un juzgado de instrucción de Brujas (noroeste de Bélgica) por una supuesta violación de la legislación contra la discriminación. Por otra parte, ha señalado sobre el sida que es "una especie de justicia inmanente" y, sobre los casos de pederastia en la Iglesia , ha defendido que no se juzgue a los curas que no están en activo.
Estos comentarios han llevado a parte de la Iglesia belga a distanciarse del arzobispo y, a su portavoz, Jürgen Mettepenningen, a dimitir esta misma semana tras pasar sólo tres meses en el puesto.
Desde su llegada al cargo, Léonard se ha visto obligado a lidiar con el escándalo de la pederastia en Bélgica, en especial después de que el pasado mes de septiembre una comisión nombrada por la propia Iglesia presentase un informe en el que documentó al menos 475 denuncias de abusos por parte de religiosos, entre 1960 y mediados de los años ochenta, 13 de cuyas víctimas se suicidaron. publico.es
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