El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha cancelado rápidamente el contrato con una heladería tras descubrirse que se había aprobado un presupuesto de unos 2.700 dólares de dinero estatal para gastar en helado.
Netanyahu se vio obligado a cancelar el contrato con una heladería en Jerusalén cuando se publicó que en 2012 se había aprobado un permiso para la oficina del primer ministro para gastar 10.000 shekels (alrededor de 2.700 dólares) en helado.
La publicación aparece en un momento inoportuno para Netanyahu, que está intentando formar una coalición que tendrá que hacer profundos recortes de gastos para mantener equilibradas las cuentas del Gobierno. “En cuanto el primer ministro se enteró del contrato firmado por su oficina con la heladería para el suministro de helado para su residencia oficial, ordenó cancelarlo enseguida. El primer ministro dijo que es un gasto inconveniente y no es aceptable”, comentaron en la oficina de Netanyahu.
Dado que un kilo en la heladería favorita de Netanyahu cuesta 16 dólares, Netanyahu se comería unos 14 kilos de helado al mes, siendo sus sabores favoritos vainilla y pistacho.
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