Es un error bastante común pensar que los camellos acumulan agua en sus características jorobas. Siempre se ha explicado esta teoría porque los camellos pueden pasar largo tiempo en el desierto sin beber ni una gota de agua. De hecho, parece un razonamiento de lo más lógico.
Sin embargo esta creencia es falsa, puesto que lo que depositan en las jorobas, tanto los camellos como los dromedarios, es grasa. Además de servirles como reserva alimenticia, ese tejido graso les sirve como aislante del sol. Y, ¿qué pasa entonces con el agua? Los camellos son capaces de beber cerca de 100 litros de agua en apenas unos minutos, pero la mantienen en el torrente sanguíneo.
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