OCHO ESCENAS DE LA BIBLIA QUE DEMUESTRAN QUE DIOS DETESTA A LAS MUJERES


Al leer la biblia es natural llegar a la conclusiĆ³n de que la mujer no gozaba de la consideraciĆ³n de sus autores, rudos cabreros de Oriente PrĆ³ximo. A lo largo del texto sagrado los roles interpretados por las fĆ©minas suelen ser de mater amatĆ­sima o pĆ©rfida, impura, traidora, cuando no simplemente de prostituta o un mix de lo anterior.
Pero ¿era de verdad el dios de las tres religiones abrahĆ”micas un misĆ³gino redomado? AquĆ­ exponemos una serie de flagrantes ejemplos que apuntan en esa direcciĆ³n. 
1. Eva

La historia ya empieza mal para Eva, que es creada a Ćŗltima hora, despuĆ©s de que AdĆ”n se quejara de su soledad y no le convenciera la soluciĆ³n del SeƱor, que reuniĆ³ a los animales y le dijo que escogiera . ¿PretendĆ­a el AltĆ­simo en su sabidurĆ­a que AdĆ”n practicara el bestialismo? ¿HabĆ­a olvidado tambiĆ©n crear hembras en el resto de especies? ¿QuizĆ” la homosexualidad le recuerda todavĆ­a hoy su terrible despiste y por eso se opone a ella segĆŗn sus representantes en la Tierra? Son cuestiones para los doctores de la Iglesia, pero por prevenciĆ³n digamos que sĆ­ a todas.

Tras probar diversos ungulados y no quedar del todo satisfecho el cliente, Dios volviĆ³ a su taller divino y creĆ³ a Eva a partir de una costilla de AdĆ”n (suponemos que Eva le quedĆ³ muy delgada, pero en las Sagradas Escrituras esto no se aclara). PodrĆ­a pensarse tal vez que Eva era la criatura mĆ”s querida por Dios al tratarse de su Ćŗltima creaciĆ³n (recordemos que el Eterno creĆ³ a las cucarachas y a los parĆ”sitos internos antes que al hombre), pero los hechos lo desmienten. Cuando Dios expulsa del paraĆ­so a AdĆ”n y Eva por comer del Ć”rbol del conocimiento, es especialmente duro con ella. Abramos aquĆ­ un parĆ©ntesis para declarar que la actitud del SeƱor es comprensible. ¿QuĆ© padre no ha llegado alguna vez a casa y expulsado a sus hijos por encontrarlos leyendo una enciclopedia? Nadie quiere un empollĆ³n en casa, que luego los otros niƱos le hacen bullying.



Dios castiga a Eva (y a todas las mujeres venideras) con con partos dolorosos y sumisiĆ³n al hombre. No es que AdĆ”n mostrara mucha obediencia en todo el asunto de la manzana para ser recompensado con una sirvienta, pero estĆ” claro que la primogenitura le tira mucho al Divino.

2.La mujer de Lot 

DĆ³nde aparece: GĆ©nesis 18 y 19

La humanidad volvƭa a pecar sin mesura, esta vez en las ciudades de Sodoma y Gomorra. El SeƱor le habƭa dicho a NoƩ que el arcoiris siempre serƭa un sƭmbolo de que nunca mƔs mandarƭa un diluvio , pero en esta promesa habƭa todavƭa suficiente espacio legal para seguir cometiendo genocidios didƔcticos.

Abraham, el tĆ­o de Lot, y que ya conocĆ­a los cambios de humor del SeƱor (recordemos el sacrificio interruptus de su hijo Isaac) regatea con el Todopoderoso, en la mejor tradiciĆ³n de Oriente PrĆ³ximo, la cantidad de personas justas requeridas en Sodoma para perdonar a la ciudad, acordando finalmente que diez bastarĆ”n.

¿Hay diez personas justas en Sodoma? Parece lĆ³gico pensar que en cualquier escuela de la ciudad se encontrarĆ­an diez niƱos inocentes que merecieran sobrevivir, pero los actos se desarrollan de otra manera.

Dos Ć”ngeles llegan a casa de Lot para comunicarle la decisiĆ³n del Omnipotente, pero los lugareƱos, ahĆ­tos de fornicar con conocidos, se agolpan en la puerta y le exigen a Lot que comparta con ellos esos invitados tan apuestos. 
Horrorizado ante la posibilidad de quedar ante la historia como un mal anfitriĆ³n, Lot pide a sus conciudadanos que respeten a sus huĆ©spedes y que en su lugar abusen de sus hijas, que ademĆ”s son vĆ­rgenes (una persona de poca fe se preguntarĆ­a cĆ³mo es posible tal prodigio en una ciudad llena de violadores.

Los sodomitas se ofenden ante esta contraoferta y cometen un pecado terrible: se niegan a seguir regateando. Y ademƔs intentan entrar por la fuerza. Esto provoca la ira de los Ɣngeles, que dispersan a los infractores y le dicen a Lot que abandone la ciudad, pues va a ser destruida.

Lot huye con su mujer y sus hijas y el SeƱor en su misericordia infinita arrasa Sodoma y Gomorra (de esta Ćŗltima apenas se ha hablado antes, pero imaginamos que esos dĆ­as el AltĆ­simo ofrecĆ­a un dos por uno en todos sus productos). 
Abandonar tu hogar siempre es duro y seguramente por eso la mujer de Lot se gira para echar un Ćŗltimo vistazo a Sodoma, ciudad de vacaciones. De inmediato, es transformada en estatua de sal. Es cierto que uno de los Ć”ngeles les habĆ­a dicho que no mirasen atrĆ”s, pero esto es algo que se suele decir cuando hay que huir, quiĆ©n iba a pensar que se trataba de una advertencia. Si algo nos deja claro la biblia es que el Todopoderoso castiga con dureza el ansia de saber.

3. Las hijas de Lot

DĆ³nde aparece: GĆ©nesis 19

Viudo y huĆ©rfanas sĆŗbitos, Lot y sus hijas se refugian en una cueva. AquĆ­ el relato bĆ­blico dice que las muchachas, ante la escasez de varones en los alrededores tras el exterminio divino, deciden emborrachar a su padre y «yacer con Ć©l» con la idea de quedarse embarazadas (recordemos que esta es la Ćŗnica familia que Dios consideraba digna de salvaciĆ³n), pero parece mĆ”s plausible que Lot se embriagara y abusara de sus hijas sabiendo que ya se encargarĆ­an despuĆ©s los narradores bĆ­blicos de culpar a las vĆ­ctimas.

4. Las madres de Egipto

DĆ³nde aparece: Ɖxodo 11

El pueblo judĆ­o languidecĆ­a en la esclavitud en la tierra de Egipto y MoisĆ©s, que habĆ­a sido elegido por el AltĆ­simo como su portavoz, amenazaba al FaraĆ³n con diversas plagas a no ser que liberara a los israelitas. El FaraĆ³n, consciente de su papel institucional, no estaba dispuesto a negociar con terroristas, sobre todo cuando acceder a sus demandas afectaba negativamente a la economĆ­a. Sin embargo, no encarcelĆ³ a MoisĆ©s, quizĆ” temeroso de lo que pudiera decir AmnistĆ­a Internacional.

El SeƱor fue mandando con puntualidad britĆ”nica las plagas, pero el gobierno egipcio no cedĆ­a. Finalmente, el Todopoderoso enviĆ³ un Ć”ngel exterminador a asesinar en su lecho a todos los primogĆ©nitos egipcios, desde el hijo del FaraĆ³n hasta el de la esclava que trabajaba en el molino. AquĆ­ el hombre herĆ©tico y sin amor a Dios en su corazĆ³n se preguntarĆ” quĆ© culpa tiene una esclava de las decisiones polĆ­ticas del FaraĆ³n (sobre todo cuando no hay elecciones) o cĆ³mo puede ser uno un Ć”ngel cuando tu trabajo es degollar niƱos mientras duermen, pero el Omnipotente adopta aquĆ­ la lĆ³gica terrorista que dice que el que no cede a la extorsiĆ³n es responsable de las consecuencias y ay de nosotros, simples humanos, si ponemos en duda esto.
La iglesia suele comparar el aborto con los infanticidios cometidos por orden de Herodes y nunca con este exterminio de los primogƩnitos egipcios, lo que nos enseƱa que hay matanzas de inocentes kosher y otras que no.

¿Era necesario asesinar niƱos cuando el AltĆ­simo, en su omnipotencia, podĆ­a haberse llevado a los judĆ­os a la Tierra Prometida en un abrir y cerrar de ojos? Una pregunta equivocada, pues todo esto iba de lanzar un mensaje: Don’t mess with Yahweh.

5. La concubina del levita

DĆ³nde aparece: Jueces 19

La biblia estĆ” repleta de aleccionadoras historias de corte moral que nos enseƱan a comportarnos con rectitud. Entre ellas se encuentra la historia de una mujer que abandona a un hombre para volver a casa de su padre. Cuatro meses despuĆ©s, el hombre, perteneciente a la tribu de LevĆ­, decidiĆ³ que la echaba de menos y fue en su busca.

Se reencontraron con gran alegrĆ­a y emprendieron el regreso. Pararon a pernoctar en una ciudad, donde un anciano les ofreciĆ³ alojamiento, pero se reuniĆ³ ante la casa una multitud de hombres que exigĆ­an acostarse con el forastero, quizĆ” una tradiciĆ³n en la zona. El anciano, que conocĆ­a el precedente sentado por Lot, pidiĆ³ a sus vecinos que respetaran al hombre y violaran en su lugar a su hija, que ademĆ”s era virgen, y a la concubina del huĆ©sped.

Los hombres se ofendieron ante esto, lo que era un problema puesto que no habĆ­a Ć”ngeles en esta ocasiĆ³n que pudieran disolver este escrache, pero en un giro de los acontecimientos totalmente inesperado el hombre arroja a su concubina al exterior. Los violadores se la llevan y abusan de ella hasta que sale el sol.

Hecha un guiƱapo, la mujer consigue volver a rastras ante la puerta. El levita sale y le ordena que se levante, que tienen mucho camino que recorrer. Como es de esperar, ella no puede responder nada. El hombre la carga en un asno y regresa con ella a casa, donde procede a desmembrarla con un cuchillo en doce partes que envƭa como aterradores obsequios por todo el territorio de Israel. Ni Dios ni la policƭa intervinieron.

6. La mujer cananea

DĆ³nde aparece:Mateo 15 21:28

Caminaba JesĆŗs cerca de Tiro con sus discĆ­pulos cuando una mujer cananea le rogĆ³ que curara a su hija, que estaba endemoniada. Jesucristo la ignorĆ³ como si se tratara de una gitana que le ofrecĆ­a romero. Los discĆ­pulos, en otro acto de caridad cristiana, le pidieron que le dijera algo, que la mujer les molestaba con sus gritos. El MesĆ­as contestĆ³ que Ć©l habĆ­a venido a hacer grande a Israel de nuevo y que aquella era una nasty woman.

A pesar de todo, la mujer consiguiĆ³ acercarse a JesĆŗs y de rodillas volviĆ³ a pedirle ayuda. JesĆŗs respondiĆ³ que no estaba bien quitar el pan a los hijos para dĆ”rselo a los perros. Una vez mĆ”s, la mujer ignorĆ³ los insultos del Salvador y humillĆ”ndose de nuevo le dijo que incluso los perros comen las migajas que caen de las mesas de sus amos. Complacida por fin la vanidad del SeƱor ante tal sumisiĆ³n pĆŗblica, curĆ³ a la hija de la mujer a pesar de su condiciĆ³n de extranjeras.

7. MarĆ­a

DĆ³nde aparece: Lucas 1

MarĆ­a era una joven que iba a casarse con JosĆ©, un prometedor carpintero de Nazaret, cuando el SeƱor puso sus ojos en ella y le concediĆ³ el favor divino de llevar la colombofilia al extremo (quizĆ” recordando el episodio de AdĆ”n con los animales).
Esto se suponĆ­a que era un honor, por lo que el SeƱor exigiĆ³ contrapartidas. Como siempre ha sido un dios celoso y ademĆ”s obsesionado con el sexo, incluyĆ³ una clĆ”usula en el contrato que obligaba a MarĆ­a a permanecer virgen de por vida. A cambio de la represiĆ³n perpetua de su sexualidad, serĆ­a la madre del MesĆ­as. A MarĆ­a le pareciĆ³ tan buen acuerdo que ni siquiera consultĆ³ con un abogado a pesar de encontrarse en una tierra en la que sin duda abundaban. ¿Engendrar al MesĆ­as? ¡Por supuesto! Iba a ser la madre de un triunfador al que le esperaba un futuro esplĆ©ndido gracias a su padre, quizĆ” hasta una plaza de funcionario. ¿QuĆ© podĆ­a salir mal?

8. Todas las mujeres (sobre todo si no son vĆ­rgenes)

DĆ³nde aparece: LevĆ­tico 12 y 21

Aparte de los diez mandamientos, el Todopoderoso quiso darle valiosas lecciones a MoisƩs. Una de ellas es que la mujer es siempre impura cuando pare, pero es el doble de impura cuando el bebƩ que trae al mundo pertenece al sexo femenino. Asƭ, la impureza dura una semana en el caso de parir varones y dos cuando se alumbran niƱas.

Del mismo modo, tambiĆ©n le ordenĆ³ que los sacerdotes se casaran sĆ³lo con vĆ­rgenes porque las divorciadas o viudas son como las prostitutas a ojos del SeƱor. Con informaciĆ³n de La Biblia.- satrambotic - publico.es

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