Científicos norte americanos y alemanes quisieron tener una visión exacta de los procesos provocados por el choque de un enorme cuerpo celeste con la Tierra. Su modelo aportó nuevos datos sobre las grandes colisiones del pasado en nuestro planeta: en concreto, que es poco posible que un meteorito pueda haber sido la causa de la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años.
Con esta finalidad los especialistas de las Universidades de Princeton (EE. UU.) y Munich (Alemania) hicieron un modelo de los procesos sísmicos generados tras la colisión. Los científicos tuvieron en cuenta la forma elíptica de la Tierra, el relieve de su superficie y el fondo marino, pues en los modelos anteriores estos factores no se habían incluido.
Utilizando el modelo mejorado, los investigadores dirigidos por el profesor de geología Jeroen Tromp recrearon el choque del meteorito que provocó la formación del cráter de Chicxulub, en la Península de Yucatán, en México. Según una de las hipótesis anteriores, fue precisamente esta colisión la que provocó la desaparición de los dinosaurios, pues el impacto habría causado erupciones volcánicas y sus emisiones de cenizas habrían provocado la disminución de las temperaturas, lo que fue el factor clave para la extinción de las especies.
Se supone que la roca espacial medía entre 10 y 15 kilómetros de diámetro y chocó contra la Tierra a una velocidad 20 veces más rápida que la de una bala. El impacto liberó una energía explosiva equivalente a unos 100 billones de toneladas de TNT, lo que generó incendios a gran escala, gigantescos terremotos, deslizamientos de tierra y tsunamis.
El nuevo modelo mostró que las ondas sísmicas causadas por el choque, debido a los rasgos peculiares del terreno, se dispersaron irregularmente y se extendieron en diversas direcciones, por eso fueron absorbidas de una manera diferente, lo que causó desplazamientos de la corteza terrestre y una actividad telúrica mucho menor de la que se creía anteriormente.
En el anterior modelo, donde la forma de la Tierra es esférica, todas las ondas de choque llegaron al mismo lugar en el lado opuesto del planeta, por eso la amplitud resultó enorme. El modelo corregido mostró que estos datos eran exagerados.
Así, los autores del estudio indican que el impacto que creó el cráter Chicxulub, no fue bastante potente para poder provocar erupciones gigantescas, que poco después se produjeron en el lado opuesto de la Tierra, según esto en el plato Dekán en el territorio de la India moderna. Más aún, el estudio sugiere que la hipótesis sobre la extinción de los dinosaurios como resultado de la caída de un cuerpo celeste en la Tierra, que recientemente fue comprobada por otro grupo científico, es cuestionable.
Los científicos publicaron el informe de su trabajo en la revista Geophysical Journal International y proponen utilizar su modelo no solamente para evaluar el impacto de los meteoritos en la Tierra en los tiempos prehistóricos, sino también para entender mejor la formación de los cráteres en otros planetas, por ejemplo, en la Luna o Mercurio. msk
0 Comentarios