En un mítico episodio de los Simpsons, Homer descubre que en su cerebro hay alojada una cera que le impide ser inteligente. La esnifo cuando era pequeño, y ahí se quedó. Algo parecido le ha pasado a un ciudadano británico, que tras pasar 44 años quejándose de que no podía respirar bien, ha terminado ‘estornudando’ un dardo de plástico.
Steve Easton, de 51 años, descubrió con asombro el pasado mes de marzo que algo negro le había salido de la nariz tras estornudar. Al contemplarlo de cerca, se dio cuenta que era un trozo de plástico, del tamaño de una moneda de un penique. Y poco después cayó en la cuenta de lo que se trataba: la punta de un dardo de juguete.
Lo primero que hizo el hombre fue llamar a su madre para conocer si ella sabía algo al respecto, y así descubrió que cuando tenía 7 años, sus progenitores le llevaron al hospital tras sospechar que el pequeño Steve se había metido un juguete por la nariz. “Nos lo llevamos al centro médico y se tiraron horas inspeccionándolo, pero no encontraron nada, así que nos dijeron que todo había sido un error nuestro”, explica la madre del hombre en declaraciones concedidas a SWNS. “Pero siempre supe que se habían equivocado ellos, y que algún día esto podría llegar a pasar. Estamos en shock”.
A pesar de lo impactante de la historia y del tamaño del objeto, Steve explica que no ha notado ningún cambio en su vida, ni siquiera respira mejor. Además, los médicos le han dicho que el dardo no le ha causado ningún tipo de daño a su nariz. yahoo.com
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