Tras la polémica generada por la épica restauración que hizo Cecilia Gómez del famoso Ecce Hommo de Borja, la historia parece repetirse.
Esta ocasión la “obra de arte” la encontramos en Asturias, concretamente en Rañadoiro (Tineo). Allí Luisa Menéndez, una vecina del pequeño pueblo, pidió permiso al párroco de la localidad para restaurar tres tallas de madera de los siglos XV y XVI.
Sin embargo, la restauración ha conseguido que las obras se parezcan poco a lo que eran en un principio. Según ‘La Nueva España’, la “artista” se llevó las tallas a casa y allí se dispuso a renovarlas.
“Yo no soy profesional, simplemente las figuras estabas horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor. Tenía el permiso del párroco y estaban horrorosas”, asegura.
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