La gente suele probar todo tipo de entretenimientos, algunos de ellos extremadamente raros. Ahora, los participantes de un proyecto en Rusia son sepultados de forma regular y por propia voluntad. Según ellos, este pasatiempo peculiar les permite ver el mundo de una forma diferente. Los atrevidos jóvenes están dispuestos a pagar 200 dólares por ser enterrados y rescatados del sepulcro.
El director del proyecto TC Ivor funeral, Andréi Górbov, explica el interés de los clientes por su proyecto: “el objetivo principal es quitar el estrés, alejarse de la rutina. Además, la gente aprende a sentirse más segura de sí misma y a conseguir sus fines. Vienen tanto jóvenes como personas mayores, tanto ricos como pobres. A todos los une un deseo: el de saber controlar su miedo.”
El entrenamiento psicológico dura dos días y se llama 'El entierro de chamán'.
El primer día es teórico. Los aspirantes, para buscar armonía en sí mismos, meditan y se preparan para empezar su vida desde cero. Lo básico es vencer el pánico cuando se entierra la cabeza. Los creadores de esta técnica aseguran que la reacción normal es saltar y escaparse, pero una vez que consigues relajarte, te haces más fuerte. No cabe duda de que es muy difícil, ya que sin ayuda de otra gente, uno no puede escapar del cautiverio bajo tierra.
Los enterrados respiran a través de un tubo, lo que también les permite dar una señal especial para seguir bajo tierra y se enetren los que vigilan el proceso. Algunos lo hacen y nunca jamás quieren repetirlo. Otros lo practican cada cierto tiempo.
Un 'enterrado avanzado' explicó que “cuando estás bajo tierra, sientes su peso en tu garganta, en tu pecho, te cuesta respirar, no puedes mover tus piernas, y entonces entiendes que sí tienes un problema. Quieres salir, tratas de liberarte y en poco tiempo entiendes que no puedes hacerlo. Y en este momento entiendes que no en todas las situaciones tienes que usar la fuerza. En algunos casos hay que cooperar con lo que te rodea y hay que saber aceptar algunos compromisos en tu vida.”
Los mismos organizadores de estos entrenamientos afirman que no es una experiencia para cualquiera: lo prohíben estrictamente para los que sufren de tensión alta o padecen enfermedades cardiovasculares. Pero aunque el participante esté completamente sano, algunos médicos creen que las consecuencias de estas prácticas podrían ser irremediables.
El psiquiatra y psicoterapeuta Alexánder Gonopolski afirma que “uno simplemente puede ahogarse, sentir un ataque de miedo o tener un aflujo de adrenalina negativo. Para algunos este denominado entrenamiento psicológico puede ser letal.”
Sea como sea, hay muchas personas que practican el entierro. Sus opositores exigen a los legisladores que prohíban este proyecto, que puede provocar daño a la salud e incluso causar la muerte. Por ahora no está prohibido y muchos jóvenes siguen aliviando su estrés de esta forma.RT.COM
2 Comentarios
Pensar en ello me hace palidecer, y si no que le pregunten a los mineros de Akatama. Un abrazo.
ResponderEliminarA la gente que se aburre le da por hacer estupideces como esta, Don Fernando.
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