Nueva York ha sido testigo del reencuentro emocionante y milagroso de una hija con sus padres, que han vivido una pesadilla al no saber nada de ella durante 23 años. Carline White fue ingresada con fiebre, tres semanas después de nacer, en un hospital de Nueva York en 1987 y esa fue la última vez que su madre Joy la vio. Al llegar al hospital al día siguiente no encontró a su bebé.
Por su parte, Carline había sospechado siempre que la familia en la que se había criado no era la suya. Las sospechas aumentaron cuando no pudo encontrar su certificado de nacimiento y llegaron a un punto crítico cuando halló en una página web de una organización que busca a niños desaparecidos una foto de una bebé igual a ella cuando era niña.
A principios de este mes esa organización se puso en contacto con Joy White mostrándole una foto de Carline de bebé realizada por la familia que la crió. Al ver la foto Joy reconoció a su hija de inmediato.
La semana pasada Carline llegó a Nueva York desde el estado de Georgia para por fin encontrarse con sus familiares. "Lo asombroso es que no parecía extraña sino que se sintió como en su casa", dice su abuela Elizabeth White, informa la agencia AP. "Ahora puedo dormir bien tras tantos años sin reposo. Nunca dejé de buscarla", asegura Joy. A Joy y a su exmarido Carl, de quien se separaron año después de que desapareciera su hija, les practicaron pruebas de ADN. Este martes los resultados confirmaron su relación filial con Carline. "Ya sabía que ella era Carline antes de que nos tomaran las muestras", exclamó Joy.
Los dos se acuerdan de los acontecimientos del aciago agosto de 1987 como si hubieran sucedido ayer. Según Joy, una mujer vestida de enfermera trataba de tranquilizarla cuando estaba fuera de sí por la enfermedad de su hija en el Hospital de Harlem. "Deja de llorar. Todo estará bien", le dijo a la madre de 16 años de edad. Pero todo resultó ser un truco y la mujer escapó con Carline.
Los investigadores no avanzaron mucho en el caso a pesar de la recompensa de 10.000 dólares prometida a cualquiera que ayudara a devolver a la niña a sus padres. La pareja ganó un pleito contra el hospital en 1992 y recibió 750.000 dólares de recompensa, pero no lograron seguir juntos. No obstante, nunca se olvidaron de su hija. La mujer que secuestró a Carline aparentemente era una drogadicta que finalmente fue incapaz de cuidarla y la dejó a cargo de otras personas. "Carline me dijo que nunca oía palabras de amor ni recibía abrazos", dijo su madre.
La policía está buscando a la mujer que secuestró a la pequeña, que podría haber vivido en varias familias y recuerda poco. Carline tiene ahora 23 años y es madre de una niña de cinco años. RT.COM
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