A los rusos les da igual que los chinos asombren con su parque temático de Angry Birds, o que en Reino Unido monten un todo un parque de atracciones basado en jugar con excavadoras. Tanto a los chinos como a los británicos les falta algo que ellos tienen de sobra: Vodka.
El influjo de esa bebida tiene la virtud de convertir en risas y diversión infinita una experiencia que, en condiciones normales, los único que provoca es miedo y temor a morir por el trompazo de una pala de excavadora de varias toneladas de peso. visto en nopuedocreer.com
0 Comentarios