TURISMO 'NEGRO' EN LA RUSIA BLANCA:


. . REGÁLESE UN VIAJE A SIBERIA (CON GRILLETES)

El Día Mundial del Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre por mandato de la ONU, ha cumplido 31 años esta semana, llena de celebraciones alusivas al sector, que ya toca a su fin.
Según las cifras oficiales, en 2010 más de 940 millones de personas practicaron turismo, de los que 12 millones eran rusos. Hasta dentro de tres meses no se podrán calcular los resultados definitivos de este año, pero el Centro Panruso del Estudio de la Opinión Pública (WCIOM, según sus siglas en ruso) estima que en 2011 el número de rusos que pasa sus vacaciones viajando ha aumentado en un 5%. Sin embargo, sólo un 5% de los rusos sale al extranjero. El resto opta por el turismo doméstico.

Según las agencias turísticas rusas, la tendencia actual excluye las rutas convencionales a favor del turismo extremo y el turismo 'negro' o morboso. Tras la catástrofe nuclear en la central japonesa de Fukushima-1, los viajes a Chernóbyl (Ucrania) batieron todos los récords. Sin embargo, Rusia también ofrece varios destinos populares. Estos son los tres más famosos.


1. La ruta de Siberia

Este verano los aficionados al turismo 'negro' tuvieron la posibilidad de sentir en su propia piel el peso del sistema carcelario de la Rusia Imperial por la Gran Ruta de Siberia, que conecta la Rusia europea con Siberia y China. Esta vía fue famosa por servir en los siglos XVIII y XIX de arteria principal por la que se desplazaban a pie los prisioneros esposados hasta campos remotos en las vastas áreas deshabitadas de Siberia, donde se sometían a un régimen de trabajos forzados llamado 'kátorga'.

Los turistas tienen allí la oportunidad de vestirse de presos y de desplazarse encadenados entre sí, con esposas y grilletes en los tobillos, por un camino rodeado de pantanos infestados de mosquitos. La oferta estándar consiste en una caminata de tres días, que incluye una visita a un museo de la Ruta en la que pueden apreciarse objetos de época y una capilla antigua local.


2. El 'Mar Blanco' de Dzerzhinsk

El así llamado ‘Mar Blanco’ consiste en una balsa de 'barro rojo' que hay en los alrededores de Dzerzhinsk (ciudad de la provincia de Nizhni Nóvgorod, situada a lo largo del río Oka, a unos 400 kilómetros al este de Moscú.). En este lugar los aficionados al turismo morboso podrán 'disfrutar' de unas vistas únicas ante las 50 hectáreas de lodo tóxico corrosivo, saturado de metales pesados, que se acumulan en la charca.


greenpeace.ru

La balsa almacena entre 2 y 7 millones de toneladas de residuos, una parte de los cuales procede de la industria de armas químicas. Hace tiempo que los ecologistas vienen adviertiendo del riesgo de catástrofe industrial en la zona, debido al estado lamentable de la balsa. Los defensores del medio ambiente advierten que la región podría verse afectada por un accidente como el de hace un año, cuando la planta húngara de aluminio Ajkai Timfoldgyar derramó 1,1 millones de metros cúbicos de 'barro rojo'.


3. Parque nacional 'El Ártico ruso'

El parque 'Ártico ruso' acaba de concluir su primera temporada turística. Inaugurado en abril de 2011, abarca la parte norte del archipiélago Nueva Zembla y la Tierra de Francisco José. A los visitantes se les ofrece la oportunidad única de ‘repetir’ las arriesgadas rutas que surcaron los exploradores pioneros del Polo Norte, muchos de los cuales se dejaron la vida en el intento.

El parque, cuyo acceso queda restringido a la época estival para evitar riesgos innecesarios a los turistas, ofrece la posibilidad de observar en su hábitat natural a osos polares, morsas, focas y zorros polares. RT.COM

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