El Reino Gay y Lésbico, Christiania, la República de la Caracola... Repartidas por todo el mundo existen varias naciones de pega que nadie reconoce, algunas de ellas de unos pocos metros cuadrados de superficie. Descúbrelas
Son «naciones» a las que no reconoce nadie. Repartidas por todo el mundo existen varias, declaradas estados independientes por el pirado que tienen como máxima autoridad. Aquí contamos la historia de algunos de estos países de cartón piedra, considerados una anécdota graciosa por la comunidad internacional hasta que empiezan a tocar las narices de un estado soberano y reconocido. Bienvenidos a la república independiente de la casa de estos listillos.
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Mural en Christiania
Ciudad libre de Christiania (Dinamarca). El 26 de septiembre de 1970 unos padres derribaron en Copenhague una valla para que sus hijos pudiesen acceder a un solar abandonado donde poder jugar. Esa protesta es el origen de Christiania, una especie de comunidad hippy en un terreno militar desocupado del barrio Christianshavn de la capital danesa. Están prohibidas las armas, la violencia, las drogas duras, los coches privados, los chalecos antibalas, los fuegos artificiales y petardos, los artículos robados y sacar fotos. Dinamarca reconoce de alguna manera la comunidad, a la que permite consumir drogas blandas y no obliga a pagar impuestos. En la salida de Christiana hay un cartel en el que se puede leer: «Estás entrando en la Unión Europea».
República de la Caracola (Florida, Estados Unidos). Está formada por los Cayos de Florida, un archipiélago de unas 1.700 islas al sur del estado, y se presenta como la «mitigación de la tensión del mundo a través del ejercicio del humor». Una protesta vecinal contra los controles policiales en busca de drogas e inmigrantes ilegales en las carreteras que conectaban la península con los Cayos derivó en una proclamación de independencia «de coña», que no perseguía otra cosa que denunciar el daño que las inspecciones estaban haciendo al turismo de la zona. Ahora, los habitantes de los Cayos usan la idea de la República de la Caracola como mero reclamo turístico.
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Kevin Baugh
República de Molossia (Nevada, Estados Unidos). Comenzó siendo un juego de niños, pero Molossia es ya una realidad. Concretamente, el rancho de Kevin Baugh en el desierto de Nevada. El nombre viene de la palabra española «morro», que según la RAE se refiere a un «monte pequeño o peñasco redondeado». Este país en medio del desierto tiene incluso Marina, que navega casi exclusivamente en el lago Tahoe. Baugh reclama 130.000 kilómetros cuadrados del planeta Venus, espacio al que llama Vesperia, y ha prohibido en su país las bolsas de plástico para la compra, las bombillas incandescentes, las espinacas envasadas y el tabaco. La República de Molossia se encuentra en guerra con Alemania del Este desde el 2 de noviembre de 1983. Su veintena de habitantes desea que la contienda termine pronto.
Reino de Talossa (Estados Unidos). Nadie reconoce la micronación que creó el joven de 14 años Robert Ben Madison en Milwaukee en 1979, pero el Reino de Talossa sigue existiendo, y reivindicando tierras por todo el mundo. Comenzó ocupando sólo la habitación de Ben, de hecho, de ahí viene el nombre del reino, «dentro de la casa» en finés. El lema nacional de Talossa es «la habitación de un hombre es su reino». Ben reclama para su país parte de Milwaukee, la isla francesa de Cézembre y un buen cacho de la Antártida.
La quintaesencia de la libertad
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Extensión del Reino Gay y Lésbico
Reino Gay y Lésbico de las Islas del Mar del Coral (Australia). Es una expresión de «nacionalismo homosexual» frente a las costas de la región australiana de Queensland. En protesta por la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en Australia, en 2004 una expedición gay se plantó en aquellas islas, izó la bandera arcoíris y proclamó la independencia de la nueva nación. Aunque era un reino, el jefe del nuevo estado tenía título de emperador. Recién nacido el país, quedó deshabitado, todos sus «habitantes» se fueron a sus casas «de verdad», y ahora su única actividad es la venta de sellos vía web.
República de Minerva (Tonga). Un excéntrico millonetis de Las Vegas, Michael Oliver, creó sobre los arrecifes Minerva, en el Oceano Pacífico, una sociedad libertaria en la que no existían impuestos y el «estado» no metía la mano en temas económicos. En 1971 Oliver elevó el nivel del arrecife con arena traída en barcos desde Australia y, construido su país, plantó en él una torre, declaró la independencia de la República de Minerva y empezó a crear moneda propia. Al rey de Tonga no le hizo ninguna gracia la aparición de la nada de este nuevo estado, de manera que reclamó sus tierras y, «manu militari» y con la aprobación de la comunidad internacional, hizo suyo el país.
ATLANTIUM.ORG
Jorge II de Atlantium
Imperio de Atlantium (Australia). Tres jóvenes residentes en Sydney fundaron en 1981 este imperio sobre 10 metros cuadrados de tierra australiana. Se trata de un experimento de sociedad ultraliberal que defiende el aborto libre, el suicidio asistido y la libertad total de movimiento. Tienen dos idiomas oficiales, el inglés y el latín. La Guía Lonely Planet de las naciones caseras califica al Imperio de Atlantium como «una utopía humanista secular».
Principado de Hutt River (Australia). El Principado, 75 kilómetros cuadrados en el tercio occidental de Australia, fue creado en 1970 por Leonard George Casley -Leonardo I-, y aún sigue dando quebraderos de cabeza a las autoridades australianas. La idea surgió como protesta contra la ley de cuotas de producción de trigo del Gobierno de la excolonia del Reino Unido, con la que Casley y otras familias de la zona no estaban nada de acuerdo. En la Treason Act británica de 1495 encontraron el argumento que necesitaban para legitimar la proclamación de independencia de la nueva nación, por otra parte siempre fiel a la reina Isabel II. Y aún siguen tocando las narices a Australia, que no encuentra argumentos legales para cobrar impuestos a la treintena de habitantes del Principado.
Plataformas marinas
Principado de Sealand (Reino Unido). Al militar retirado del ejército británico Paddy Roy Bates no le permitieron crear una radio pirata en tierra, así es que decidió buscar en el mar, fuera de las aguas territoriales de su país, un lugar donde poder hacer realidad su sueño herciano. Y lo encontró en una de las fortalezas marinas que los británicos construyeron frente a la costa de Suffolk durante la Segunda Guerra Mundial. Bates bautizó a la plataforma como «Sealand».
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Sealand
El hijo del fundador del Principado pego un par de tiros a un barco que se acercó demasiado a las «costas» de su país, pero como éste no se encontraba en territorio británico el Reino Unido no pudo juzgar a la familia por posesión de armas. Después el país sufriría un golpe de estado liderado por un empresario alemán, el primer «extranjero» nacionalizado sealandés, que hizo prisionero al hijo de Bates en ausencia del Príncipe. Roy Bates recuperaría más tarde su trono utilizando un helicóptero de asalto para la liberación. Hoy, Sealand está en venta.
República de la Isla de las Rosas (Italia). En los años 60 el ingeniero italiano Giorgio Rosa construyó en el mar Adriático, frente a las costas italianas de Forlí, una plataforma de 400 metros cuadrados elevada sobre nueve pilares. Allí instaló un restaurante, una discoteca, un bar y una tienda de souvenirs. Todo muy turístico. El 24 de junio de 1968 Rosa declaró su isla estado independiente y empezó a emitir moneda y sellos propios. La lengua oficial de la «Respubliko de la Insulo de la Rozoj» era el esperanto. Todo apuntaba a que Giorgio Rosa pretendía ganar dinero del turismo evadiendo impuestos, así es que Italia envió allí primero a los carabinieri y a los de Hacienda, y luego a la Armada, que hizo desaparecer del mapa el país entero.
Con algo de historia
MAPUCHE-NATION
Mapa del Reino de la Araucanía y la Patagonia de 1860
Reino de la Araucanía y la Patagonia (Argentina y Chile). El 17 de noviembre de 1860 unos 3.000 indios mapuches se reunieron en asamblea con la intención de crear una monarquía en las tierras aún no controladas por Argentina y Chile. Era el extenso espacio hoy conocido como Wallmapu, la tierra donde viven estas tribus indígenas. El aventurero francés Orélie Antoine de Tounens fue el primero en reinar en el país como Aurelio Antonio I. Argentina y Chile no vieron con buenos ojos el proyecto de nación mapuche que ocupaba parte de sus tierras independizadas no hacía mucho de España, así es que acabaron por la fuerza con el invento. Los chilenos metieron al rey primero en la cárcel y luego en un manicomio. Y después lo devolvieron a Francia.
Principado de Seborga (Italia). Es un pueblo de algo más de 360 habitantes en la región italiana de Liguria, cerca de la frontera con Francia. En 1960 a uno de sus vecinos, Giorgio Carbone, se le ocurrió proclamar la independencia del lugar. Se supone que Seborga fue principado hasta 1729, año en que el rey Víctor Amadeo II de Cerdeña la compró. Giorgio I, el nombre de Carbone como príncipe, defendía -ya ha muerto- que no consta en ningún lado tal compra, pero lo cierto es que tampoco consta la existencia del Principado en el Acta del Congreso de Viena de 1815 ni en el Acta de Unificación del Reino de Italia de 1861. A pesar de que emite sellos y moneda propia, el luigino, hoy en día Seborga funciona en realidad como un municipio italiano más. ABC.ES
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