La madre de un niño de Oklahoma (EE.UU.) se 'ganó' una multa de 2.500 dólares porque su hijo de tres años orinó en su propio jardín. Un policía consideró que se trató una acción en público, penada por las normas. "Dillan se bajó los pantalones para hacer pis. El policía se detuvo y me dijo, que me iba a imponer una multa por orinar en público", contó la madre del niño, Ashley Warden. La abuela del niño, Jennifer Warden, dijo que le solicitó al agente que reconsiderara la situación, pero su petición fue ignorada. "Le dije que tiene tres años y que es nuestro jardín, pero me respondió que no importa, porque se trata de orinar en público". La familia afectada intentó presentar una queja en el Departamento de Policía de Piamonte, donde residen, pero esta fue rechazada. La familia decidió entonces llevar el caso a la Justicia para evitar la multa y exigir que se tome alguna media con el Departamento de Policía. "Lo que indigna no es solo el hecho de que se trata de un niño de tres años, sino también que mucha gente ve el abuso de poder, porque el policía escribió la multa en vez de arreglar la situación de una mejor manera", opinó Warden. Cuando la familia hizo público el supuesto abuso, el caso obtuvo una resonancia abrumadora en la sociedad, que obligó a la Policía a disculparse. El jefe del Departamento policial de Piamonte, Alex Oblein, visitó a la familia afectada, pidió disculpas por el agente Ken Qualls, que impuso la multa, y ofreció retirar los cargos.
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