Hacía unas semanas que Terry Phillips se había comprado una bonita casa con jardín en las afueras de Victoria (Canadá). Se estaba dedicando en cuerpo y alma a reformar la vivienda, pero una compañía petrolera le ha hecho cambiar de planes.“Tenían mal la dirección. Llenaron el tanque de combustible. Y fue a parar a su terreno”. Terry Phillips no termina de creer que los 300 litros de gasóleo estén ahora bajo su jardín. Mientras el depósito de combustible estaba desenchufado, el camión cisterna bombeó el pedido de otro cliente en su casa. O mejor dicho, bajo ella. Ahora, la finca de Phillips está totalmente contaminada, y la empresa tendrá que derribar y volver a construir la casa. "Había desconectado el tanque del gasóleo y estaba usando la calefacción eléctrica," ha explicado el vecino de Saanich a la CBC.“Normalmente podemos excavar bajo la casa y asegurarla”, ha dicho el encargado de Hazmat, la empresa que derribará la vivienda. Pero esta vez no pueden hacerlo, ya que todo el líquido se ha derramado. Aunque la compañía petrolera pagará los costes de limpieza y reconstrucción, Phillips tendrá que esperar unos meses para instalarse.
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