Un anciano uruguayo de 83 años canjeó su casa por una tumba en el panteón local para no dejársela a sus herederos, que nunca se interesaron por él. Elbio Florencio Francia, vecino de una pequeña localidad uruguaya, vive solo desde hace tiempo. Su soledad le condujo a decidir no dejar nada a sus dos sobrinos, que son sus únicos herederos.
Sin embargo, su decisión se debe principalmente al deseo de sentirse tranquilo al contar con su propio lugar en el panteón donde descansará algún día. Para ello propuso a las autoridades del municipio donde vive cambiar su casa por una tumba en el cementerio local.
Su oferta ha sido aceptada y el anciano ya pudo escoger el nicho que más le gustó. Descansará al lado del nicho donde fueron enterrados sus propios padres. Ha comentado al medio uruguayo 'El País' que el lugar está muy lindo e incluso ya instaló en el interior algunas pertenencias de su difunta familia. - RT.COM
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