Un restaurante portugués que llevaba tiempo arrastrando deudas ha sido embargado recientemente. Pero desde luego, el suyo ha sido un embargo totalmente fuera de lo común... Resulta que lo que han embargado del restaurante han sido cuatro pequeños pastelitos.
Como muchos comercios y establecimientos alrededor de todo el mundo, este restaurante ubicado en Portugal estaba atravesando una mala época en lo económico. En concreto, el restaurante afrontaba unas deudas por valor de 92.000 euros.
Por este motivo, la Hacienda portuguesa decidió embargar al restaurante de esta manera tan peculiar. Acudieron al establecimiento y se llevaron, nada más y nada menos, que cuatro pequeños pasteles, con un valor de 0,30 euros cada uno, para sorpresa de los trabajadores.
Además de los cuatro pasteles, al restaurante le embargaron una cuenta bancaria. Los propietarios del establecimiento ya han recurrido para tratar de que les suspendan la sanción.
Lo cierto es que la historia puede sonar a broma, pero no lo es en absoluto. Este curioso caso ha sido desvelado por el periódico portugués Diario Económico y en el país luso se ha iniciado un debate sobre el funcionamiento automatizado de la Agencia Tributaria para imponer sanciones. Y es que, recientemente, también se han embargado alimentos a una ONG de Oporto.
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