La crisis del coronavirus ha provocado la compra compulsiva de marihuana por los holandeses para consumir durante su confinamiento. Mientras que en otros países se desató la fiebre del papel higiénico, en los Países Bajos ha sido el cannabis el gran protagonista en los mercados.
Los holandeses se han lanzado a las calles después de que el Gobierno anunciara el cierre de los ‘coffee shops’, comercios habilitados para la venta de cannabis, a lo largo y ancho del país.
En Amsterdam y en Utrecht son habituales las imágenes de largas colas de consumidores esperando a la puerta de los citados locales para comprar la droga, que en Holanda está legalizada.
Habitualmente los ‘coffee shops’ solo están autorizados a vender drogas blandas y siempre en cantidades de no más de cinco gramos de cannabis por persona al día, además no está permitida la venta a menores de 18 años.
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