La célebre compañía juguetera Mattel se ha visto obligada a retirar doscientas Barbies del mercado al descubrirse que ninguna de las muñecas había sido debidamente bautizada. Pese a la rapidez con la que se detectó el error, se sospecha que más de treinta niños podrían haber estado jugando con muñecas que no habían sido consagradas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El suceso ha provocado una crisis de confianza en numerosos consumidores y no son pocas las criaturas que han acudido a la iglesia más cercana a su domicilio para asegurarse de que sus Barbies estaban moralmente en regla.
“En una época de Pokémons, Gormitis y demás productos del ateísmo, no es de extrañar que se relajen los controles de calidad cristiana en la fabricación de los juguetes. Frente a ello, exigimos a los padres que se abstengan de regalar a sus hijos peluches o muñecos que no sean miembros del Pueblo Santo de Dios”, apuntaba un portavoz del Vaticano esta misma mañana.
Mattel ha emitido un comunicado en el que lamenta lo ocurrido y promete bautizar de urgencia a todas las Barbies de las que se sospeche. “No se descarta la inminente comercialización de un muñeco capellán que tenga la potestad de bautizar a Barbie con la expresa autorización de los poderes eclesiásticos, haciendo de este modo que el niño participe activamente en el ritual de iniciación cristiano”, añade la empresa.
No es la primera vez que un error de fabricación levanta polémica en el sector de los juguetes. Hace tres años, se detectó en un centro comercial de Toledo la presencia de seis muñecas de Famosa que no habían llegado vírgenes al matrimonio. ELMUNDOTODAY.COM
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