Una cosa es no tener persianas en la habitación y otra que entres al excusado y que el primero que pase te vea las posaderas. Algo así les ha pasado a los inquilinos del club Boom Boom Room, un local de moda en la 18ª planta de un hotel neoyorkino. Lo peor de todo es que no estaban avisados de que estaban siendo el entretenimiento de los vecinos a pie de calle.Cristal indiscreto en el servicio. Para la mayoría es un signo de mal gusto, para otros es simplemente el colmo de los exhibicionistas. Muchos de los clientes no se han dado cuenta del espectáculo que estaban dando, mientras que a otros no les ha importunado y han llegado a saludar mientras hacían aguas mayores, como explica el New York Daily News."La panorámica desde el retrete es emocionante, pero desde fuera resulta aterrador", ha dicho un turista australiano al pie del Hotel Standard en Nueva York. No es la primera vez que el edificio (propiedad del playboy Andre Balazs) es protagonista de un caso de publicidad morbosa.En 2009, varias parejas aceptaron el reto de mantener relaciones sexuales a ojos de los paseantes. Al menos en aquella ocasión habían sido advertidos. Ésta vez parece que la administración del edificio la ha pifiado. Desde la gerencia del edificio no han querido hacer declaraciones sobre los baños indiscretos. - LAINFORMACION.COM
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