El soborno a los carceleros es tan viejo como las propias prisiones. Sin embargo, la corrupciĆ³n en la Samoa Americana, territorio bajo jurisdicciĆ³n estadounidense desde 1899, acaba de alcanzar cotas nunca antes vistas: dos oficiales de prisiones han sido detenidos por abrir las celdas de los presos para permitirles ir a comer, comprar y tomar cervezas a los establecimientos cercanos al centro de reclusiĆ³n.Las alarmas en el Penal Territorial de la capital samoana, Pago Pago, saltaron cuando en una inspecciĆ³n rutinaria los oficiales encontraron latas de cerveza en algunas de las celdas. La direcciĆ³n del centro iniciĆ³ una investigaciĆ³n que se cerrĆ³ con la detenciĆ³n de dos empleados, Rocky Tua y Fiti Aina, acusados de facilitar la salida de la cĆ”rcel a varios reclusos sin supervisiĆ³n policial alguna a cambio de dinero.SegĆŗn explica el diario on line local ‘Talanei’, en las jornadas previas a la detenciĆ³n de los oficiales de prisiones una patrulla de policĆa observĆ³ como un preso peligroso, Tagaleo'o Tagaleo'o, que cumplĆa una condena de 40 meses por asaltar a un hombre con un machete, compraba libremente cerveza y comida en una tienda cercana al penal.Tras ser detenido, el delincuente asegurĆ³ que Rocky Tua y Fiti Aina le habĆan dado permiso para abandonar temporalmente el centro de detenciĆ³n “para ir a hacer la compra”. AdemĆ”s, Tagaleo'o Tagaleo'o les explicĆ³ que su carcelero le habĆa entregado una copia de las llaves de la prisiĆ³n para que pudiera entrar y salir a placer.Hasta cinco aƱos de cĆ”rcelA partir de ese momento, los investigadores destaparon una trama de corrupciĆ³n que implicaba a los dos guardianes y a varios reclusos, a los que ademĆ”s de permisos carcelarios ilegales les proporcionaban artĆculos como televisiones planas o telĆ©fonos mĆ³viles de Ćŗltima generaciĆ³n a cambio de dinero.Rocky Tua y Fiti Aina se encuentran en prisiĆ³n preventiva, bajo fianza de 15.000 dĆ³lares, a la espera de que el prĆ³ximo 11 de octubre se celebre la primera vista de un juicio en el que se enfrentarĆ”n a una pena de cinco aƱos de cĆ”rcel por corrupciĆ³n y conspiraciĆ³n para facilitar la huĆda de reclusos.
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