El hombre que podéis ver junto a estas líneas es Deharra Waters y, aunque porte un semblante funerario, en realidad es un tipo de lo más efusivo.
Tres días atrás en Louisville, Kentucky, Deharra fue arrestado en un sala de juego por cantar bingo con los pantalones bajados y las fichas al aire. Se paseó por todo el lugar gritando su condición de ganador y eso alertó a los empleados y a los otro jugadores, que a su vez avisaron a la policía. Deharra estaba bastante ebrio, lo que explicó muchas cosas, y acabó usando lo ganado en el bingo para pagar la fianza.
Ahora, gente, hay que sacar una lección moral a partir de todo esto; algo como "nunca os bajéis los pantalones en una competición excepto si incluye una actividad natatoria o un bukkake, en cuyo caso es bastante aconsejable quitárselos, dejarlos bien doblados en un rincón y con una etiqueta que indique nuestro nombre, datos personales y teléfono en caso de pérdida." Ea, luego no digáis que no os avisé.
Visto en Nothing to do with Arbroath
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